viernes, 14 de junio de 2013

Isabel, la de Fábula...



Sinceramente no sé cómo empezar este post, quizás es por la ilusión que me hace escribirlo, pero no las circunstancias, la verdad. Hace ya casi diez años que decidí dedicarme al mundo de la cocina. En aquellos momentos no estaba muy seguro de mi decisión, pero como siempre, hay algo o alguien que te hace ver que la decisión que has tomado es la correcta. 



En mi caso fue una persona, alguien que desde el momento que entré en su restaurante, con mis diecisiete años, conecté con ella. La prueba que me hizo en la entrevista  fue pintar un plato, yo pensé  ¿qué clase de prueba es esta? Unas semanas después empecé a formar parte de esa gran familia llamada Fábula.




Fábula ha sido mi mayor escuela, y no sólo en lo profesional, que creo que es donde aprendí casi todo, si no en lo personal. Aprendí a tener personalidad, hacer las cosas porque te gustan y lo más importante, a ser uno mismo y siempre buscar la felicidad.



Qué puedo de decir de Isabel, MI ISABEL, la de Fábula, ¿Cuántas veces habré repetido esa frase? Creo, que eso solo puede ser por una cosa, LA ADMIRACIÓN que siento hacia una persona.
Para mí Isabel es de las personas más importantes que han pasado en mi vida, que han pasado, pasan y espero que sigan pasando. Porque desde que la conocí, la relación que hemos mantenido me parece muy especial. Es un elemento de apoyo, inspiración y de fuerza. Siempre que necesito algo, un consejo, una receta o tan solo conversación, ahí está Isa, ocupada siempre, pero ahí está.




Admiro su trabajo, su personalidad y la forma que tiene de ver la gastronomía. Para mí aparte de ser una buenísima cocinera, es una artista. Cocineros buenos hay muchos, pero son pocos los que con tan solo un plato puedan emocionarte e intuir todo el trabajo realizado hasta conseguir la perfección. Y es que, Isabel es la perfección, es capaz de conseguir el maridaje perfecto de sabor, textura y color.



Espero que algún día se le dé el reconocimiento que se merece, mientras tanto, el reconocimiento se lo voy a dar yo. Gracias Isabel por hacerme ver la cocina desde otro puto de vista, por tener esa imaginación y sobre todo por no dejarnos de sorprender. Te deseo mucha suerte, aunque sé, que las personas como tú, las que se vuelven más fuertes cuando tienen un nuevo reto, no la necesitan.


PD: Gracias